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Cuando los métodos conservadores para el tratamiento de la hernia discal fallan, lo siguiente será pensar en el tratamiento quirúrgico. Aunque el paciente tras la cirugía se encuentre totalmente recuperado, hay que señalar que esta no detiene los mecanismos fisiopatológicos que llevaron al disco a degenerarse ni devuelve a la columna a su estado original. Por tanto, el paciente tendrá que realizar unas actividades que eviten las flexiones repetidas, los giros y el levantamiento de peso con la columna en flexión. Si se busca una mejoría duradera, entonces será necesario que el enfermo modifique de alguna manera su tipo de vida.
Con independencia del método elegido para tratar quirúrgicamente la rotura del disco, el paciente debe de estar prevenido de que el procedimiento está dirigido a aliviar el dolor de la pierna (ciatalgia). Los pacientes con dolor lumbar no se verán aliviados de su principal queja, la lumbalgia.
La mayor parte de la cirugía discal se realiza con el paciente bajo anestesia general e intubación orotraqueal. La colocación del paciente varía con las técnicas quirúrgicas y las preferencias del cirujano, aunque normalmente se utiliza el decúbito prono.
Hay diversos métodos de discectomía (extirpación de la hernia discal):